Sobre mi

Emilio Ambite Molina: Oompa Loompa de la ciencia

Físico e informático, la intersección entre ambas disciplinas me permiten mejorar la calidad de la ciencia que se produce en mi lugar de trabajo.

Mi trabajo consiste en facilitar la transformación digital con proyectos TIC que aumenten el rendimiento de la comunidad investigadora de mi instituto.

Cuando era pequeño tenía (y todavía tengo) unos álbumes de cromos que se llamaban «El porqué de las cosas»  Me encantaban esos álbumes y otros libros de divulgación. Podríamos decir que tendía hacia la filosofía de manera natural puesto que me gustaba aprender sobre todo tipo de cosas, independientemente de su utilidad práctica, realidad o estatus social. Nunca mejoré. Cuando llegó Internet fue la perdición para mí, todo el conocimiento de la humanidad al alcance de mi mano. Cuando llego el momento de elegir una carrera, puesto que gravitaba naturalmente hacia la filosofía no me resultó difícil decidirme y convertirme en un filósofo de la Naturaleza, actualmente llamado físico, porque que otra carrera me iba a enseñar más sobre la vida, el universo y todo lo demás. Es lo que yo llamo el sentimiento romántico y siempre me ha parecido necesario para elegir una carrera vocacional. Y aunque la carrera vaya erosionando ese sentimiento no concibo que se pueda llegar lejos sin conservarlo aunque sea parcialmente.

La dispersión total de mis intereses y mi desinterés en centrarme en algo ha provocado que mi carrera profesional en vez de ser una eficiente carrera hacia la excelencia haya sido más parecida al movimiento del locodino (o el movimiento browniano de una partícula), además de provocar un agudo síndrome del impostor. Primero con mi doctorado y después dedicándome a la informática. Pero por otra parte, el hacer durante la mayor parte de mi vida lo que yo quiera ha sido muy satisfactorio, al menos mientras siga siendo capaz de poner traviesas frente a mí sin mirar al vacío de abajo, como uno de mis héroes de la infancia, el coyote, máximo exponente junto a Sísifo de la filosofía absurdista. 

Como se puede observar no soy muy bueno vendiéndome. Odio autopromocionarme (así que este portfolio va en contra de mi naturaleza) y nunca me he sentido cómodo en posiciones de responsabilidad. Pero aunque siempre he intentado esconderme, ésta siempre ha conseguido alcanzarme. Así que en vez de intentar convencer sobre mi excelencia profesional voy a argumentar como he conseguido ganarme la vida y entrar en un proyecto tan exclusivo como momentum gracias a mis debilidades. Mi dispersión de intereses me ha hecho aprender sobre conocimientos muy diversos. Estos conocimientos me permiten realizar mi trabajo con una perspectiva más holística, entendiendo mejor las necesidades de mis compañeros en mi trabajo, sean investigadores, administrativos o informáticos, a la hora de diseñar los sistemas y servicios que realizo. Además soy flexible, abierto a otras perspectivas y hacer todo tipo de funciones sin importarme si se consideran menores o no pero con cierta claridad para discriminar y ordenar las tareas necesarias. Por último, el ir de un área de conocimiento a otra según me apeteciera me permite ser muy eficiente en aprender nuevas cosas o reaprender rápidamente cosas que alguna vez supe y  no me provoca miedo o ansiedad en aprender tecnologías o conocimientos que desconozco incluso cuando esas tecnologías son muy delicadas y están siendo usadas en producción. 

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